Personalidad Obsesiva y Relacion de Pareja No Further a Mystery

Un enfoque clave en el tratamiento de los trastornos alimentarios es el mantenimiento de un peso saludable. La nutrición juega un papel importante en esto, y trabajar con un dietista o nutricionista puede ayudar a las personas con un trastorno alimentario a desarrollar hábitos alimentarios más saludables.

Puede imponer reglas y limitaciones sobre lo que puede o no puede hacer, independientemente de su propia voluntad. Esto puede generar un sentimiento de falta de autonomía y libertad en la persona controlada.

Al comprender estos y otros factores, podemos trabajar para prevenir o tratar los trastornos alimentarios de manera más efectiva.

La mejor forma de ayudar a una persona con este trastorno es a través de la terapia. La terapia cognitivo-conductual puede ser especialmente efectiva, ya que se enfoca en identificar y cambiar los patrones negativos de pensamiento y comportamiento que caracterizan al trastorno.

El obsesivo es un individuo tendente al Regulate y ávido de poder, en quién descubrimos muchas veces el miedo a ser dominado y a quedar en una posición de inferioridad respecto al otro, pudiendo entenderse su actuación como una “formación reactiva”.

La personalidad obsesiva puede ser un desafío en una relación de pareja saludable. Es importante establecer límites claros y comunicarse de manera efectiva para manejar este tipo de comportamiento.

Cualquier cosa se debe hacer a tu manera, porque crees que es el único modo posible y correcto. Esta forma de ser te provoca problemas a la hora de trabajar en grupo ya que las personas a menudo no cumplen tus estándares de calidad.

En realidad ha sido poco el tiempo que hemos estado tranquilos y relajados, si bien desde que nacieron los niños, para que ellos no presenciaran nuestras discusiones, hemos bajado un poco la guardia”. “En realidad palabras cariñosas entre nosotros hemos tenido muy poquitas y me lamento mucho de eso y excuso decir que lo hemos intentado muchas veces”. Esto se debe, como hemos podido constatar, a que cuando pisan el terreno afectivo se sienten muy vulnerables: sentir es caer en algo desconocido que no pueden controlar. También, hemos de apuntar en este sentido, que los obsesivos suelen tener un mal manejo de su propia agresividad, mostrándose bastantes veces condescendientes, “tragándose” todo cuanto les echan, hasta llegar el momento en el que explotan. Esto es observable en casi todos los pacientes con este diagnóstico:

El trastorno de personalidad implica una mala adaptación, de autoácter permanente y generalizado, en cuya base se encuentra un patrón de perfeccionismo y el deseo de mantener un control rígido sobre el entorno.

La personalidad obsesiva ha sido objeto de diversos estudios en psicología, principalmente en el ámbito de las relaciones de pareja. Este trastorno se caracteriza por la rigidez, la perfección extrema y la necesidad de Command en todos los aspectos de la vida. En el contexto de las relaciones sentimentales, la persona obsesiva tiende a mostrar comportamientos excesivamente controladores, celosos e insistentes, lo que puede generar conflictos y tensiones en la pareja.

El miedo a expresar lo que pensamos visit y/ o sentimos está muy relacionado con el punto anterior. Con ello no nos referimos a tener miedo de expresar todo lo que sentimos y pensamos, sino a todo lo que tiene que ver con expresar lo que nos molesta, lo que no nos gusta o aquello en lo que no estamos de acuerdo.

Además, si necesitas una ayuda extra, ponemos a tu disposición el servicio de psiquiatría. Podemos complementar la terapia psicológica con inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, que han demostrado su eficacia en este tipo de problemas cuando es necesario reducir la ansiedad o la depresión que se encuentran en la base.

Tener miedo de expresar lo que no nos gusta y nuestro desacuerdo, muchas veces tiene que ver con creer que si lo hacemos, nuestra pareja nos va a dejar de querer o nos va a dejar, y ello es falso, porque discutir o que hayan cosas de nuestra pareja que nos moleste, es pure, no nos puede gustar absolutamente todo de él/ ella.

En esta evolución, que se presume favorable, la terapia analítica es un poderoso motor de progreso y evolución. De la misma forma, el tratamiento que nosotros realizamos puede beneficiar al obsesivo a perder el miedo a la intimidad, contra la que pone empalizadas defensivas que no tienen parangón. Pero, hay que estar muy despierto porque muchos de estos elementos psicológicos pueden revivirse en la consulta en la persona del analista, de forma que el paciente concluya: “este me quiere manejar, dominar o hacer conmigo lo que le dé la gana”, ante lo que intentará salir disparado de la consulta e interrumpir el tratamiento.

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